ESTE II, demostrativo, del lat. էSTE, էSTA, էSTUD, ‘ese’.

1.ª doc.: orígenes, 1100, BHisp. LVIII, 359; Cid; etc.

Cej. IV, § 57. En latín, էSTE se empleaba especialmente como demostrativo de las cosas próximas a la segunda persona del coloquio, y también con un matiz despectivo: es decir, con los valores típicos del demostrativo castellano ese, más bien que de este. Para los pormenores semánticos y empleos especiales, remito a las gramáticas; ast. esti (V), como en Berceo. Me limitaré a citar, como punto curioso, que el empleo de éste como muletilla o bordón, tan extendido en el habla vulgar moderna, no es más que la continuación del que se hacía antiguamente con aquéste, muy usado de esta manera, según comenta irónicamente Juan de Valdés (Diál. de la L., 149.1)1.

CPT.

Aqueste antic. [Cid]; todavía muy usual en el S. XVI y principio del XVII2, pero sobre todo en el estilo arcaizante por poético o en un tono de prosa muy elevado, o bien, por el contrario, como vocablo rústico (véanse los ejs. en Cuervo, Dicc. I, 595-6), y así Quevedo en el Cuento de Cuentos vitupera ya el uso de aqueste por este, diciendo que es el vocablo «peor»: pudo influir en este sentimiento de los círculos idiomáticos cultos el desprestigio en que había caído el vocablo por su empleo como muletilla; aqueste procede del lat. vg. ECCUM ISTE ‘he aquí: ¡éste!’, generalizado después como mero equivalente de ISTE en el cat. y oc. ant. aquest e it. questo.

1 «Aqueste, pues, assí, no sé qué... son bordones de necios..., que algunos toman a que arrimarse quando, estando hablando, no les viene a la memoria el vocablo... unos ay que se arriman a ¿entendéisme?... Otros se sirven de aqueste, y se sirven más dél que de cavallo de muchas sillas... Otros... diziendo: tomé y víneme y tomemos y vinimos». La razón por la cual aqueste era preferido a este con tal valor es fácil de ver: era más largo y dejaba más tiempo para hallar el vocablo rebelde a la memoria.―

2 Todavía en la poesía del S. XIX, pero entonces es ya amanerado.